La competitividad de la agricultura y de la industria alimentaria en el MERCOSUR y la Unión Europea en una perspectiva de liberalización comercial

Compartir
Título de la revista
ISSN de la revista
Título del volumen
Símbolo ONU
Citación

La competitividad de la agricultura y de la industria alimentaria en el MERCOSUR y la Unión Europea en una perspectiva de liberalización comercial

Resumen

Resumen En 1995, el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) suscribieron un proyecto de cooperación para la formación progresiva de una zona de libre comercio. Una de las áreas clave es la de los productos agrícolas y alimentarios, que representa cerca de la mitad de las exportaciones del Mercosur con destino a la UE. El estudio se basa en indicadores que miden la competitividad de los países y determinan los puntos débiles o fuertes de un país, en un sector o un producto en particular. También se analizan las características del intercambio de productos agrícolas y agroalimentarios entre el Mercosur y la UE en los últimos veinte años, las políticas comerciales y la protección arancelaria y no arancelaria aplicadas por ambos bloques. Sobre esa base, se identifican los puntos en los que tendrán que concentrarse las negociaciones. Se concluye que hay una complementariedad comercial importante entre el Mercosur y la UE, lo que implica que la liberalización del comercio bilateral puede tener consecuencias positivas para ambos bloques. Para el Mercosur, como exportador, las mejores oportunidades son para las carnes, pescados, frutas y derivados, azúcares y aceites. Algunos de esos productos enfrentan elevados niveles de protección comercial y son considerados sensibles al interior de la UE, razón por la cual su liberalización podría ser lenta y compleja. Otros son de baja sensibilidad en Europa, pero de gran interés para el Mercosur, como los despojos de ganado bovino congelados, las carnes de caballo, asno y mula, las aves no troceadas congeladas, la merluza congelada, los camarones y quisquillas congelados y otros moluscos e invertebrados acuáticos, como también el sorgo en grano, los frijoles, las naranjas, el jugo de manzana, la miel, los aceites de soja, de maní y de girasol, y los extractos, esencias y concentrados de café. Varios productos agropecuarios de mayor elaboración industrial, pertenecientes a los subsectores de bebidas, lácteos y cereales, y en muchos casos diferenciados a través de la calidad y provenientes de la UE con destino al Mercosur, presentan un potencial de mayor comercio, pero suelen ser productos protegidos en el Mercado Común del Sur. Como complemento de las negociaciones, hay un terreno aún poco explorado de concertación con las empresas transnacionales de origen europeo que operan en el Mercosur en lácteos, transformación de oleaginosas, cacao, café y cereales. Actualmente, por la protección comercial, su producción se destina, en gran parte, al consumo interno y regional. Con la liberalización comercial, estas empresas podrían exportar hacia Europa. Así, la Unión Europea tendría empresas que podrían definir mejor sus estrategias productivas y tecnológicas, con un horizonte global, y los países del Mercosur podrían exportar bienes de mayor valor agregado.

TIPO DE DOCUMENTO

Resumen
Resumen En 1995, el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) suscribieron un proyecto de cooperación para la formación progresiva de una zona de libre comercio. Una de las áreas clave es la de los productos agrícolas y alimentarios, que representa cerca de la mitad de las exportaciones del Mercosur con destino a la UE. El estudio se basa en indicadores que miden la competitividad de los países y determinan los puntos débiles o fuertes de un país, en un sector o un producto en particular. También se analizan las características del intercambio de productos agrícolas y agroalimentarios entre el Mercosur y la UE en los últimos veinte años, las políticas comerciales y la protección arancelaria y no arancelaria aplicadas por ambos bloques. Sobre esa base, se identifican los puntos en los que tendrán que concentrarse las negociaciones. Se concluye que hay una complementariedad comercial importante entre el Mercosur y la UE, lo que implica que la liberalización del comercio bilateral puede tener consecuencias positivas para ambos bloques. Para el Mercosur, como exportador, las mejores oportunidades son para las carnes, pescados, frutas y derivados, azúcares y aceites. Algunos de esos productos enfrentan elevados niveles de protección comercial y son considerados sensibles al interior de la UE, razón por la cual su liberalización podría ser lenta y compleja. Otros son de baja sensibilidad en Europa, pero de gran interés para el Mercosur, como los despojos de ganado bovino congelados, las carnes de caballo, asno y mula, las aves no troceadas congeladas, la merluza congelada, los camarones y quisquillas congelados y otros moluscos e invertebrados acuáticos, como también el sorgo en grano, los frijoles, las naranjas, el jugo de manzana, la miel, los aceites de soja, de maní y de girasol, y los extractos, esencias y concentrados de café. Varios productos agropecuarios de mayor elaboración industrial, pertenecientes a los subsectores de bebidas, lácteos y cereales, y en muchos casos diferenciados a través de la calidad y provenientes de la UE con destino al Mercosur, presentan un potencial de mayor comercio, pero suelen ser productos protegidos en el Mercado Común del Sur. Como complemento de las negociaciones, hay un terreno aún poco explorado de concertación con las empresas transnacionales de origen europeo que operan en el Mercosur en lácteos, transformación de oleaginosas, cacao, café y cereales. Actualmente, por la protección comercial, su producción se destina, en gran parte, al consumo interno y regional. Con la liberalización comercial, estas empresas podrían exportar hacia Europa. Así, la Unión Europea tendría empresas que podrían definir mejor sus estrategias productivas y tecnológicas, con un horizonte global, y los países del Mercosur podrían exportar bienes de mayor valor agregado.
Evento