Crecer con estabilidad: el financiamiento del desarrollo en el nuevo contexto internacional

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Crecer con estabilidad: el financiamiento del desarrollo en el nuevo contexto internacional

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Consulta Regional de América Latina y el Caribe sobre Financiamiento del Desarrollo Resumen A lo largo de los años noventa, los países de América Latina y el Caribe registraron un renovado acceso al financiamiento externo, que facilitó avances en materia de gestión macroeconómica, reducción de la inflación y recuperación parcial del crecimiento económico. Sin embargo, la región mostró una alta vulnerabilidad frente a la volatilidad que, con excepción de la inversión extranjera directa y los créditos oficiales, han mostrado las fuentes de financiamiento externo. Esta inestabilidad obedece principalmente a factores ajenos a los fundamentos económicos de los países, en particular a los fenómenos de volatilidad y contagio característicos de los mercados financieros. Estos fenómenos se han visto agudizados por la inadecuada gobernabilidad del sistema financiero internacional. Asimismo, el acceso a los mercados internacionales de capital no se ha dado siempre en condiciones apropiadas en términos de plazos y costos, especialmente durante los períodos de crisis. Los países de menor desarrollo relativo de la región han tenido un acceso muy limitado a las fuentes de crédito privado y han dependido del crédito multilateral y de la asistencia oficial para el desarrollo. Con contadas excepciones, los países de América Latina no alcanzaron en los años noventa niveles de ahorro e inversión que permitieran sostener altos ritmos de crecimiento económico. Asimismo, el diseño de las políticas macroeconómicas les ha impreso un carácter procíclico. Este hecho, unido a la debilidad de los marcos de regulación y supervisión de los sistemas financieros nacionales, se ha reflejado en la inusitada frecuencia de crisis financieras nacionales. Elevar el ahorro nacional y la inversión, y diseñar políticas macroeconómicas que respondan a horizontes de mediano y largo plazo, conjuntamente con la consolidación de sistemas financieros nacionales estables y profundos, continúan siendo los desafíos fundamentales de una estrategia viable de financiamiento para el desarrollo. Aunque las tasas de ahorro e inversión tienden a ser elevadas, en el caso de los países del Caribe, no se reflejan en altos ritmos de crecimiento económico. La alta relación marginal capital-producto puede deberse tanto a las deseconomías de escala en la inversión que afectan a estos países como a posibles ineficiencias en la inversión. Las exportaciones continúan siendo, por su parte, la principal fuente de financiamiento de las compras externas, complementada, en los países de menor desarrollo relativo, por las remesas de los emigrantes. La dependencia de exportaciones de materias primas y de manufacturas con un alto contenido de recursos naturales sigue siendo notoria en un amplio grupo de países, en tanto que el acceso a los mercados externos sigue viéndose afectado por prácticas proteccionistas de los países industrializados. Los países del Caribe han sufrido, además, los efectos de la erosión de las preferencias comerciales con que contaban tradicionalmente, lo que en algunos de ellos ha provocado severos problemas de ajuste. En el presente documento se plantea la necesidad de avanzar en tres áreas para mejorar el financiamiento del desarrollo de los países de la región en el actual contexto de globalización. La primera se refiere a la necesidad de fortalecer la capacidad del sistema financiero internacional para prevenir y administrar crisis, y de diseñar en forma complementaria políticas macroeconómicas nacionales más preventivas. La segunda se relaciona con la necesidad de mejorar la inserción comercial de los países de la región, así como sus modalidades de acceso a los mercados financieros internacionales. La tercera se vincula a la necesidad de incrementar los niveles de ahorro nacional y la movilización de recursos nacionales para el financiamiento de la inversión.


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Resumen
Consulta Regional de América Latina y el Caribe sobre Financiamiento del Desarrollo Resumen A lo largo de los años noventa, los países de América Latina y el Caribe registraron un renovado acceso al financiamiento externo, que facilitó avances en materia de gestión macroeconómica, reducción de la inflación y recuperación parcial del crecimiento económico. Sin embargo, la región mostró una alta vulnerabilidad frente a la volatilidad que, con excepción de la inversión extranjera directa y los créditos oficiales, han mostrado las fuentes de financiamiento externo. Esta inestabilidad obedece principalmente a factores ajenos a los fundamentos económicos de los países, en particular a los fenómenos de volatilidad y contagio característicos de los mercados financieros. Estos fenómenos se han visto agudizados por la inadecuada gobernabilidad del sistema financiero internacional. Asimismo, el acceso a los mercados internacionales de capital no se ha dado siempre en condiciones apropiadas en términos de plazos y costos, especialmente durante los períodos de crisis. Los países de menor desarrollo relativo de la región han tenido un acceso muy limitado a las fuentes de crédito privado y han dependido del crédito multilateral y de la asistencia oficial para el desarrollo. Con contadas excepciones, los países de América Latina no alcanzaron en los años noventa niveles de ahorro e inversión que permitieran sostener altos ritmos de crecimiento económico. Asimismo, el diseño de las políticas macroeconómicas les ha impreso un carácter procíclico. Este hecho, unido a la debilidad de los marcos de regulación y supervisión de los sistemas financieros nacionales, se ha reflejado en la inusitada frecuencia de crisis financieras nacionales. Elevar el ahorro nacional y la inversión, y diseñar políticas macroeconómicas que respondan a horizontes de mediano y largo plazo, conjuntamente con la consolidación de sistemas financieros nacionales estables y profundos, continúan siendo los desafíos fundamentales de una estrategia viable de financiamiento para el desarrollo. Aunque las tasas de ahorro e inversión tienden a ser elevadas, en el caso de los países del Caribe, no se reflejan en altos ritmos de crecimiento económico. La alta relación marginal capital-producto puede deberse tanto a las deseconomías de escala en la inversión que afectan a estos países como a posibles ineficiencias en la inversión. Las exportaciones continúan siendo, por su parte, la principal fuente de financiamiento de las compras externas, complementada, en los países de menor desarrollo relativo, por las remesas de los emigrantes. La dependencia de exportaciones de materias primas y de manufacturas con un alto contenido de recursos naturales sigue siendo notoria en un amplio grupo de países, en tanto que el acceso a los mercados externos sigue viéndose afectado por prácticas proteccionistas de los países industrializados. Los países del Caribe han sufrido, además, los efectos de la erosión de las preferencias comerciales con que contaban tradicionalmente, lo que en algunos de ellos ha provocado severos problemas de ajuste. En el presente documento se plantea la necesidad de avanzar en tres áreas para mejorar el financiamiento del desarrollo de los países de la región en el actual contexto de globalización. La primera se refiere a la necesidad de fortalecer la capacidad del sistema financiero internacional para prevenir y administrar crisis, y de diseñar en forma complementaria políticas macroeconómicas nacionales más preventivas. La segunda se relaciona con la necesidad de mejorar la inserción comercial de los países de la región, así como sus modalidades de acceso a los mercados financieros internacionales. La tercera se vincula a la necesidad de incrementar los niveles de ahorro nacional y la movilización de recursos nacionales para el financiamiento de la inversión.
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