Hacia un desarrollo inclusivo: el caso de Chile

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Hacia un desarrollo inclusivo: el caso de Chile

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PrólogoEste libro constituye un aporte al debate sobre los problemas socioeconómicos contemporáneos de Chile y las orientaciones requeridas para construir soluciones.Se propone adoptar una estrategia de desarrollo inclusivo con equidad creciente, esto es, una estrategia de largo plazo, de implementación gradual, que considere explícitamente la situación diferenciada de los estratos productivos y sociales en el proceso de crecimiento.La base analítica está estrechamente vinculada con el concepto original de heterogeneidad estructural elaborado por la CEPAL durante los años sesenta, según el cual en la estructura económica de los países de la región coexisten estratos claramente diferenciados desde el punto de vista de su productividad.De acuerdo a esta visión, la superación de la heterogeneidad estructural es un requisito básico para lograr un crecimiento sostenido con equidad. Desde otro ángulo, la homogenización progresiva de la estructura productiva implica reducir el diferencial de productividades inter e intra sectoriales y densificar el tejido productivo de la economía. Esto permite crear encadenamientos y relaciones de los establecimientos de menor tamaño con aquellos de elevado nivel de productividad, lo que redundará en un mayor crecimiento económico, de la productividad y la competitividad.En el trabajo se reconoce igualmente la influencia del pensamiento de la OIT. El concepto de sector informal fue aplicado y desarrollado en America Latina sobre la base que la heterogeneidad de la estructura económica se traduce en una segmentación del mercado laboral. De acuerdo a este enfoque, existe un pequeño sector de trabajadores conformado por quienes laboran en los estratos más modernos, que registran una alta productividad y elevados niveles de remuneración; y otro sector, cuantitativamente muy numeroso, constituido por los ocupados en los estratos de productividad intermedia y baja con reducidos niveles de ingreso, lo que determina el carácter estructural de la desigual distribución de ingresos.A pesar del tiempo transcurrido y, sobre todo, de los cambios que ha experimentado el escenario internacional, los conceptos de heterogeneidad estructural y de segmentación del mercado laboral conservan vigencia cuando se trata de analizar la realidad y proponer nuevos cursos de acción en la región.La heterogeneidad de la estructura productiva persiste en Chile. Los datos muestran que la economía funciona con un elevado diferencial de productividades en su interior. En un extremo, los sectores de alta productividad generan un 80% del producto y sólo un 23,6% del empleo. En el extremo opuesto, los sectores de baja productividad absorben un significativo 47,6% del empleo, con un reducido aporte de 10,5% del producto. Entre ambos, se sitúan los sectores de productividad media que contribuyen con un 9,5% y un 28,8% del producto y el empleo respectivamente.La estrategia de transformación productiva que propone la CEPAL considera las oportunidades y desafíos que implica superar la heterogeneidad de la estructura productiva de los países de la región con la finalidad de potenciar el crecimiento y mejorar la equidad. Al mismo tiempo, la finalidad fundamental de la OIT es promover el trabajo decente, sinónimo de trabajo productivo, que consiste en proteger los derechos del trabajador y generar ingresos adecuados con una protección social apropiada. Esto implica mejorar la calidad del empleo y, en consecuencia, reducir la importancia del trabajo informal.Finalmente, la necesidad de hacer frente a los efectos negativos de la crisis actual, crea oportunidades para pavimentar el camino hacia una estrategia de desarrollo renovada de largo plazo, con equidad creciente. Lo que se requiere es un cambio de enfoque en las políticas públicas orientadas a superar gradualmente la heterogeneidad estructural prevaleciente en los diferentes sectores y regiones de la matriz productiva y social del país, puesto que ésta es la principal restricción para lograr el crecimiento con equidad.En suma, se trata de iniciar en el corto plazo los cambios estructurales que requiere Chile para enfrentar en mejor posición las crisis que vendrán en el futuro, crecer más rápido y con mayor integración social. Alicia BárcenaSecretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)Jean Maninat Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe

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Resumen
PrólogoEste libro constituye un aporte al debate sobre los problemas socioeconómicos contemporáneos de Chile y las orientaciones requeridas para construir soluciones.Se propone adoptar una estrategia de desarrollo inclusivo con equidad creciente, esto es, una estrategia de largo plazo, de implementación gradual, que considere explícitamente la situación diferenciada de los estratos productivos y sociales en el proceso de crecimiento.La base analítica está estrechamente vinculada con el concepto original de heterogeneidad estructural elaborado por la CEPAL durante los años sesenta, según el cual en la estructura económica de los países de la región coexisten estratos claramente diferenciados desde el punto de vista de su productividad.De acuerdo a esta visión, la superación de la heterogeneidad estructural es un requisito básico para lograr un crecimiento sostenido con equidad. Desde otro ángulo, la homogenización progresiva de la estructura productiva implica reducir el diferencial de productividades inter e intra sectoriales y densificar el tejido productivo de la economía. Esto permite crear encadenamientos y relaciones de los establecimientos de menor tamaño con aquellos de elevado nivel de productividad, lo que redundará en un mayor crecimiento económico, de la productividad y la competitividad.En el trabajo se reconoce igualmente la influencia del pensamiento de la OIT. El concepto de sector informal fue aplicado y desarrollado en America Latina sobre la base que la heterogeneidad de la estructura económica se traduce en una segmentación del mercado laboral. De acuerdo a este enfoque, existe un pequeño sector de trabajadores conformado por quienes laboran en los estratos más modernos, que registran una alta productividad y elevados niveles de remuneración; y otro sector, cuantitativamente muy numeroso, constituido por los ocupados en los estratos de productividad intermedia y baja con reducidos niveles de ingreso, lo que determina el carácter estructural de la desigual distribución de ingresos.A pesar del tiempo transcurrido y, sobre todo, de los cambios que ha experimentado el escenario internacional, los conceptos de heterogeneidad estructural y de segmentación del mercado laboral conservan vigencia cuando se trata de analizar la realidad y proponer nuevos cursos de acción en la región.La heterogeneidad de la estructura productiva persiste en Chile. Los datos muestran que la economía funciona con un elevado diferencial de productividades en su interior. En un extremo, los sectores de alta productividad generan un 80% del producto y sólo un 23,6% del empleo. En el extremo opuesto, los sectores de baja productividad absorben un significativo 47,6% del empleo, con un reducido aporte de 10,5% del producto. Entre ambos, se sitúan los sectores de productividad media que contribuyen con un 9,5% y un 28,8% del producto y el empleo respectivamente.La estrategia de transformación productiva que propone la CEPAL considera las oportunidades y desafíos que implica superar la heterogeneidad de la estructura productiva de los países de la región con la finalidad de potenciar el crecimiento y mejorar la equidad. Al mismo tiempo, la finalidad fundamental de la OIT es promover el trabajo decente, sinónimo de trabajo productivo, que consiste en proteger los derechos del trabajador y generar ingresos adecuados con una protección social apropiada. Esto implica mejorar la calidad del empleo y, en consecuencia, reducir la importancia del trabajo informal.Finalmente, la necesidad de hacer frente a los efectos negativos de la crisis actual, crea oportunidades para pavimentar el camino hacia una estrategia de desarrollo renovada de largo plazo, con equidad creciente. Lo que se requiere es un cambio de enfoque en las políticas públicas orientadas a superar gradualmente la heterogeneidad estructural prevaleciente en los diferentes sectores y regiones de la matriz productiva y social del país, puesto que ésta es la principal restricción para lograr el crecimiento con equidad.En suma, se trata de iniciar en el corto plazo los cambios estructurales que requiere Chile para enfrentar en mejor posición las crisis que vendrán en el futuro, crecer más rápido y con mayor integración social. Alicia BárcenaSecretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)Jean Maninat Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe
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